El estrés de preparar una fiesta sorpresa...

Por eso he estado varios días desaparecida, como si me hubiera tragado la tierra.
Y es que es bastante estresante preparar una fiesta sorpresa a ese que vive contigo, que te ve todos los días, que viene a casa a comer (de vez en cuando)...
Y es que es duro aparentar que todo es igual que todos los días pero a la vez estas haciéndole un álbum de fotos, preparando la decoración de la fiesta, decidiendo menú y comprando poco a poco los ingredientes, avisando a amigos de cuando era pequeño y enviando mensajes rezando para que no me tomen por loca, avisando a todos los que viven fuera y no pueden venir a que me manden un video selfie para el video que le preparamos, mandando cartas a niños (que ahora son hombres) que él entrenaba hace años... En fin, todo lo que se hace en una fiesta sorpresa.

Pero todo, todo, todo, ha merecido la pena.
No cambiaría nada de mi estrés por volver a verle la cara en el momento en que vió a cada uno de los que habían venido a la fiesta.
De hecho la repetiría mañana mismo.

Solo me queda decir GRACIAS.
Gracias y mil veces gracias por compartir ese día.
No podéis imaginarios lo especial que ha sido para nosotros.